Las bodas son eventos donde los invitados juegan un papel fundamental no solo por su comportamiento, sino también por su vestimenta y apariencia. El punto intermedio entre elegancia y sutileza en nuestra vestimenta nos permitirá disfrutar de la boda sin llamar demasiado la atención. Es importante recordar que los protagonistas principales del evento son los novios.

Algunos de los aciertos y errores que debéis evitar son:
Aciertos:
* Vestidos cortos siempre. De largo sólo van las madrinas, las testigos, las hermanas de los novios y las amigas íntimas si lo piden las novias. El resto de mujeres de una boda va de corto.
* Vestidos sencillos y naturales. Un corto no es un cóctel. Tienen la misma medida, pero uno es simple y el otro festivo.
* Colores optimistas y naturales. Jamás blanco, ni rotos, ni tizas. Eso es exclusivo de la novia.
* En bodas de mañana pamelas sin discreción. En bodas de tarde/noche tocados si rubor.
* Melenas sueltas y naturales, sin tocados ni pamelas, también son un acierto sea la hora que sea.
* Maquillajes naturales en las mañanas y medidos en las noches. No a las pinturas de guerra.

Errores:
* No a las invitadas espectáculo que arrastran vestidos largos como sirenas.
* No a los vestidos cóctel porque un día es un día y quiero brillar. Un vestido fiesta, aunque sea corto, es una vulgaridad en una ceremonia.
* No a los palabra de honor porque yo lo valgo, salvo que la boda sea de tarde/noche y muy estival.
* No al exceso sin medida en las joyas y la bisuta. Nada hay más terrible en una mujer que echarse encima todo aquello que cree que le hará brillar.
* No a la predominio del color negro en ceremonias de mañana. En las de noche no es una incorrección pero sí un aburrido comodín.
* No a los zapatos a juego con el vestido. Huir de ciertas modas pasadas estaría bien.