Hace mucho tiempo que quedó atrás la época en que la novia embarazada tenía una boda a escondidas para ocultar la vergüenza. La relajación de las normas sociales y el realismo han dado paso a que haya más bodas con novias embarazadas. Una boda y un embarazo son eventos que merecen una celebración, de modo que una novia embarazada tiene todo el derecho a sentirse orgullosa y verse radiante el día de su boda.
Te damos una serie de consejos que debes tener en cuenta para disfrutar del evento:
1º No actúes avergonzada: Esta clase de emociones son las que pueden arruinarlo todo. Siéntete orgullosa de las decisiones que tomas en la vida. El embarazo y el matrimonio son dos estados que causan gran emoción, de modo que ¡siéntete orgullosa!
2º La iglesia: Si planeas casarte por la iglesia, habla con la persona que oficiará la ceremonia. Habrá iglesias que no te lo permitan, pero también habrá otras que sí. No dejes de preguntar y no te avergüences.
3º El vestido: Tu vestido será todo un reto, pero no te conformes con algo feo que tenga además un bulto enfrente. Búscate una buena modista que te ayude a elegir lo mejor. El vestido debe poder modificarse, ya que es difícil adivinar los cambios que irás teniendo conforme el embarazo avance (Algo suelto y nada apretado). Procura acentuar tus hombros y el pecho y distraer la atención sobre tu vientre.
4º Olvídate de los tacones. Lleva zapatos totalmente planos, ya que te permitirán estar de pié mucho tiempo sin cansarte.
5º Disfruta de tu boda. Este es tu gran día y mereces lo mejor, sin embargo debes entender que te cansarás más de lo normal, así que asegúrate de que haya sillas colocadas en lugares estratégicos y utiliza zapatos bajos. Procura que el baño sea de fácil acceso.