El papa Francisco a enlazado matrimonialmente este domingo a las 20 parejas, a las que recordó que esta institución es un símbolo de vida real, no de ficción, y por ello además de alegrías, también habrá dificultades que deberéis afrontar «con reciprocidad» a lo largo de todo vuestro camino.
La de este domingo fue la primera ocasión en la que Francisco oficia un matrimonio, una idea que comenzó a fraguarse a finales del mes de abril, cuando él mismo comunicó a su diócesis su deseo de celebrar este rito. La voluntad de presidir un enlace matrimonial público y colectivo muestra la importancia que tiene la familia para el papa argentino.
Ante los prometidos, el papa recalco la incalculable fuerza y la carga de humanidad que contiene una familia. Siendo el matrimonio el primer lugar en el que nos formamos como personas y que, al mismo tiempo, ejerce de ‘ladrillo’ en la construcción de la sociedad.
El papa Francisco preguntó uno a uno a los prometidos si aceptaban en matrimonio a sus respectivas parejas y, acto seguido, se procedió a la tradicional imposición de los anillos.
Al término de la ceremonia, los recién casados obsequiaron al papa con una ludoteca y un centro de integración juvenil que se situarán en el barrio capitolino de Colli Aniene. El objetivo de este regalo es el de promover un espacio de encuentro para los menores y las familias que pueda ayudar a los padres en la labor educativa.
Son las primeras bodas oficiadas por un papa desde que Juan Pablo II ofició en 2000 sus últimas nupcias públicas con motivo del Jubileo de las familias.